Violaciones, persecuciones, exilios, guetos, condenas, discriminaciones, analfabetismo, violencia, pobreza, hambre, miseria….realidades que parecen estar unidas de manera “natural” a la condición humana.
No es necesario conocer de leyes para saber que tremendas injusticias se cometen cada día contra millones de inocentes. Los medios de comunicación solo muestran una pequeña punta del iceberg de un mundo que parece necesariamente injusto.
La teoría y la práctica, las normas y la realidad, la Academia y la sociedad. A menudo contrapuestas, pero siempre vinculadas, porque, a fin de cuentas son dos caras de una misma moneda.
Estos días, hasta hoy incluido, la Universidad de Salamanca está siendo sobre todo foro de reflexión en el Cincuentenario de los Pactos Internacionales de Derechos Humanos de la ONU. En un Congreso Internacional que homenajea además la figura importante para la USAL de la profesora Martínez Quinteiro, responsable en muy alto grado de todos los estudios que sobre Derechos Humanos han partido de Salamanca en los últimos 30 años.
Hoy concluía este foro en la Facultad de Derecho, con el decano de la Facultad, Ricardo Rivero, presidiendo el acto, junto con la Consejera de Cultura y Turismo de la Junta, Josefa García Cirac.
El decano comenzaba con un mensaje muy afectuoso para la profesora Quinteiro, y agradecía a la consejera por su compromiso constante con la Universidad de Salamanca.
Josefa García Cirac es profesora doctora de Derecho Administrativo en la USAL, aunque desde hace unos años está en la vida política (primero concejala en el Ayuntamiento de Salamanca, después presidenta en las Cortes de Castilla y León, en la actualidad consejera de Cultura y Turismo). Experta en Derecho Deportivo y por ello su ponencia giró en torno a la discapacidad y el derecho a la práctica del deporte, aunque previamente mostraba el respeto y el afecto que la une a la profesora Martínez Quinteiro.
Los Derechos Humanos siguen vigentes porque nos marcan la meta a la que queremos aproximarnos, son nuestra Ítaca ideal. El Derecho, cuyo fin principal es hacer justicia, va marcando paso a paso la senda por la que discurrir hacia una sociedad más justa, aunque el derecho por sí solo no basta. Son necesarios otros presupuestos para que los objetivos de justicia sean alcanzables, como democracia, participación ciudadana, respeto por todos los seres humanos, conocimiento, libertad, y todo ese cúmulo de valores que se han ido forjando durante siglos en Europa y que parecen olvidarse cada cierto tiempo.
La labor de la Academia es recordarlos con Congresos como éste, analizar su grado de cumplimiento y poner a disposición de la sociedad ese conocimiento. Con humildad, pero también con verdad, con la militancia y el compromiso exigibles al intelectual responsable, por encima de honores y aspavientos.
No están los tiempos para autocomplacencias, pero es de justicia destacar la gran labor que muchos profesionales de esta casa están realizando en el análisis fecundo de estas cuestiones, muchos de ellos vinculados al mundo del Derecho, como hemos podido comprobar esta tarde en el acto de clausura del Congreso.
El Salón de Grados de la Facultad repleto, en una sesión todavía de trabajo, analizando asuntos como los discapacitados y su derecho a la práctica del deporte, las técnicas de reproducción asistida en el marco de los Derechos Humanos, las cárceles y los derechos humanos y los derechos laborales en los Pactos de Derechos Humanos de la ONU, entre otros.
Y una muestra más de cariño de compañeros y discípulos a Esther Martínez Quinteiro.
Ofrecemos los audios de la ponencia de Josefa García Cirac y de un encuentro con los medios que la profesora Quinteiro tenía el primer día de este evento internacional.