El reciclaje se ha vuelto una tendencia cada vez más habitual entre la sociedad. Pero, ¿qué significa reciclar? El objetivo principal del reciclaje es el de transformar residuos y desechos que ya no usamos (sometiéndolos a diferentes procesos y tratamientos) en nuevas materias primas, que servirán para crear productos nuevos y que más tarde volverán a circular en el mercado. Esta actividad tiene como beneficio principal el de cuidar el medioambiente, ya que gracias al esfuerzo colectivo, se reduce la cantidad de residuos que terminan en vertederos por muchos años sin degradarse, contaminando menos nuestro planeta.
Gracias a esto, podemos decir que nos encontramos en un modelo económico circular. Con este modelo, se persigue la máxima reutilización posible de todos los objetos, su reparación si fuera necesario o su reciclaje para convertirlos en materias primas o fuentes de energía, consiguiendo aprovechar los recursos naturales para que no se terminen agotando.
Para colaborar en el sector del reciclaje y la economía circular, surge TerraCycle, una compañía especializada en el tratamiento de residuos difíciles de reciclar. Ahora, con Gillette y Venus, lanzan una campaña para reciclar las cuchillas de afeitar y darles un segundo uso.
Para conocer más en profundidad el servicio que ofrece esta compañía, hemos hablado con Ana Almeida, directora de comunicación de TerraCycle en España. Ahora buscan expandirse por Salamanca.
Ana Almeida habla sobre lo que hace TerraCycle con los productos difíciles de reciclar, en este caso las maquinillas, y cómo preparan los materiales para que sean reutilizados y convertidos en otros productos.
También nos cuenta los beneficios que tiene convertirse en un punto de recogida, ya que lo obtenido se destina a asociaciones benéficas.
Por otro lado, Ana hace hincapié en la importancia del reciclaje para darle una nueva vida a productos que aún tienen valor.
Podemos destacar que la economía española, según datos obtenidos en 2021 y que se refieren a 2018, genera en torno a 137,8 millones de toneladas de residuos, de los que 122 millones de toneladas fueron gestionados en empresas de tratamiento final. De estos 2,3 millones de toneladas eran residuos peligrosos y 119,6 millones de toneladas no peligrosos.
Con ser unos malos datos, que nos alejan todavía mucho de la economía circular, sí que reflejan una tendencia creciente en materia de gestión y reciclaje de residuos, en línea con las directivas europeas y la normativa española.
No obstante, del total de residuos tratados, el 48,3% terminaron en el vertedero; frente al 38,7% que se recicló, el 10% que se reutilizó y el 3% acabó incinerado.
Aquí puedes escuchar la entrevista entera a Ana Almeida.