La riqueza patrimonial de nuestra tierra es inmenso y llega a todos los momentos de nuestra Historia, y de antes de ella, de la Prehistoria. El yacimiento de Siega Verde, en las márgenes del río Águeda, unos 15 kilómetros aguas abajo de Ciudad Rodrigo, fue el lugar elegido por nuestros antepasados por tratarse de una zona de paso y un buen punto de control y observación de los animales que iban a beber. Es el conjunto de arte paleolítico al aire libre más importante de Castilla y León y, junto al cercano conjunto portugués de Foz Côa, el más sobresaliente de la Península. Hoy hemos entrevistado al director de la Fundación Siega Verde, Luis Ballesteros. 

En el yacimiento se encuentran catalogados hasta 94 paneles con más de 600 representaciones de animales y algunos signos esquemáticos. Predominan sobre todo los cérvidos, bóvidos y caballos, aunque las imágenes de especies hoy extinguidas y propias de climas glaciares, como los renos, bisontes o rinocerontes lanudos, nos indican su pertenencia a una época muy lejana, en la que alternaron momentos más templados con otros muy fríos, el Paleolítico Superior.

El recorrido por los grabados se complementa con la visita al Aula arqueológica y Centro de recepción de visitantes, que permiten conocer la belleza y la importancia de este impresionante yacimiento arqueológico. Pero hay muchos más proyectos. También la investigación forma parte de los mismos. Un centro de investigación, un complejo donde aprender, profundizar en el conocimiento de nuestro pasado. A la vez, el fomento de la cultura, llegar a todas las edades, servir de estímulo de desarrollo de la tierra, profundizar en la colaboración transfronteriza. Son muchos retos los que se marcan desde la Fundación Siega Verde. Lo importante ya lo tenemos: un testimonio que emociona e impresiona, la voz de esos primeros hombres que ya crearon arte.