Era una de las afirmaciones que hacía esta mañana, festividad de Santo Tomás, en la Universidad de Salamanca el científico Adolfo Álvarez Ferrando, reconocido como V Premio Nacional de Investigación en Cáncer “Doctores Diz Pintado”.
Es uno de los galardones más prestigiosos que se concede en nuestro país a la investigación sobre el cáncer. Auspiciado por el Centro de Investigación del Cáncer de la USAL, viene a reconocer el esfuerzo y la trayectoria científica en la investigación oncológica del mejor investigador español, dentro o fuera de España.
En esta ocasión se ha tratado de Adolfo Álvarez, por su línea de investigación en leucemia aguda linfoblástica y los linfomas T periféricos. En esa línea trabaja en la Universidad de Columbia en Nueva York.
Comparecían en la presentación el vicerrector de Investigación, Juan Manuel Corchado, el director del CIC, Eugenio Santos y el secretario del jurado del premio, Nicolás Rodríguez, además del premiado.
El joven investigador ponía de manifiesto el gran avance en la investigación sobre cáncer que ha venido de la mano de una mayor cooperación entre biología, química y biología de sistemas, por lo que la capacidad de análisis de la enfermedad es mucho mayor, habiendo traspasado una barrera que ha hecho posible trasladar el conocimiento a la elaboración de fármacos.
Decía además que el apoyo a la investigación es más apremiante que nunca, que la financiación es básica y que hay que apoyar a los jóvenes. Manifestaba que la ciencia no tiene colores y es universal y que los investigadores españoles son muy buenos, de máxima calidad, excepcionales.