La serotonina, esta hormona que produce nuestro cuerpo, siempre la asociamos al bienestar y al placer. Es la llamada “hormona de la felicidad”. Pero su función e incidencia en nuestro organismo es mucho más rica. Un grupo de investigación de la Universidad de Salamanca y del Instituto de Investigación Biomédica de Salamanca, IBSAL, ha profundizado precisamente en ese conocimiento y ha demostrado que el sistema serotonérgico contribuye de manera diferente en ratas hembras y machos a la hora de regular la función vascular, lo que puede facilitar diferentes estrategias farmacológicas según el sexo en patologías cardiovasculares con marcada hiperactividad simpática, como la hipertensión arterial, la diabetes o el síndrome metabólico.

La investigadora que coordina esta investigación es la profesora titular de  nuestra universidad, Mónica García Domingo, a la que hemos entrevistado en la radio. Hay un trabajo largo en el tiempo en este grupo de investigación. La importancia de este nuevo estudio es que refuerza la idea de que el sexo afecta a la fisiopatología cardiovascular a la vez que deja evidente el potencial terapéutico de actuar sobre diferentes receptores de serotonina, personalizando según el sexo, para ser más efectivos y reducir riesgos.

Es muy relevante además esta investigación porque  las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte a nivel mundial, y aunque el pasado año en España fueron superadas por los tumores en hombres, en mujeres se mantienen como el principal motivo de mortalidad.

 

Mónica nos ha contado cómo realizan la investigación y nos informa que el Grupo de Farmacología cardiovascular del IBSAL es uno de los pocos del mundo, junto con el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional (CINVESTAV) de México, que utiliza esta metodología in vivo para estudiar el sistema serotonérgico y su influencia a nivel cardiovascular. Una colaboración internacional que ha dado lugar a varias publicaciones conjuntas y que remarca la importancia de seguir experimentado con modelos animales.

El estudio, publicado en la revista de alto impacto ‘British Journal of Pharmacology’, refuerza la necesidad de potenciar la investigación en modelos animales preclínicos para determinar cómo deben implementarse los tratamientos en enfermedades cardiovasculares dependiendo del sexo, teniendo en cuenta, además, que son la primera causa de mortalidad en mujeres. De esta necesidad de potenciar la investigación con más medios también hemos charlado con Mónica.

 

El IBSAL

El Instituto de Investigación Biomédica de Salamanca (IBSAL) se constituyó el 21 de marzo de 2011 mediante un convenio firmado por la Consejería de Sanidad de la Junta de Castilla y León y la Universidad de Salamanca, al que se sumó en febrero de 2012 el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). En él se integra y coordina la investigación biosanitaria que se lleva a cabo en el Hospital Universitario de Salamanca, la Gerencia de Atención Primaria de Salamanca y el área biosanitaria de la Universidad de Salamanca, incluyendo el Instituto de Neurociencias de Castilla y León y el Instituto de Biología Molecular y Celular del Cáncer.

Su actividad científica se estructura en seis áreas, con un total de 84 grupos de investigación: Cáncer (23 grupos); Cardiovascular, Renal y Respiratorio (11); Neurociencias (12); Enfermedades Infecciosas, Inflamatorias y Metabólicas (17); Terapia Génica y Celular y Trasplantes (6) y Atención Primaria, Salud Pública