Nada influye tanto en nuestro día a día como el tiempo que gozamos o padecemos. Es como una segunda piel. La lluvia, el viento, la temperatura, son algunos de los vectores que miramos y que nos hacen sentirnos cómodos, incómodos o temerosos de lo que nos pueda ocurrir. Tenemos muy presente todavía la terrible DANA de Valencia del pasado mes de octubre. Afectó a muchas personas que lo perdieron todo, a otras les arrancó la vida, y se desencadenó a partir de ese momento un espectáculo lamentable por parte de nuestros políticos. Ausencia de responsables en los momentos previos, evasión de responsabilidad, disputa por la institución que tenía las competencias, y el conocimiento de que los avisos llegaron cuando ya era demasiado tarde.
Francisco Martín es físico, especializado en Física de la Atmósfera, ha dedicado toda su vida, y lo sigue haciendo, a estudiar el tiempo y a divulgar su conocimiento sobre el mismo. Quizás lo más temible de ese tiempo en nuestro país sea el efecto de la DANAS que encuentran terreno propicio para producir muchos daños sobre todo en el Mediterráneo y de una manera muy acentuada en la comunidad valenciana.
Hoy nos ha hablado de los instrumentos que se utilizan para medir todos estos parámetros, una suma de modelos matemáticos y de física, unidos con todos los datos que se obtienen de la observación, también ahora mucho más precisos por la información que aportan los satélites. No es una ciencia exacta, porque la información es discontinua y la calidad de la previsión disminuye con el tiempo.
Nos hemos centrado mucho en la DANA de octubre en Valencia. Nos comentaba que varios días antes ya se mostraban señales de la peligrosidad que tenía la DANA, y que la realidad superó la previsión, que ya hablaba de que “algo muy gordo podía ocurrir”.