Palabras improvisadas frente a la sinrazón de la fuerza. Un hombre que veía como todo aquello en lo que había creído se desmoronaba poco a poco; donde la brutalidad de la guerra civil se iba apoderando de las calles, plazas, instituciones, universidades. No pensaba tomar la palabra, pero las circunstancias le impulsaron a hacerlo. En pie, frente a un auditorio proclive al fascismo, Miguel de Unamuno pronunció aquellas palabras: “venceréis porque tenéis sobrada fuerza bruta, pero no convenceréis. Para convencer hay que persuadir y para persuadir tenéis algo que os falta: razón-derecho”.
Ana Belén López
El pasado 12 de octubre se cumplieron 80 años de aquel histórico momento. Para celebrar tan señalada fecha el Vicerrectorado de la Universidad de Salamanca para la conmemoración del VIII Centenario organizó una mesa redonda de expertos sobre la vida del autor y una dramatización teatral de este momento.Jean-Claude Rabaté de la Universidad París 3 – Sorbone Nouvelle; Colette Rabaté, de la Universidad de Tours; Octavio Ruiz-Manjón, de la Universidad Complutense de Madrid y Manuel Menchón, director de la película “La isla del viento” (film donde se analiza la vida de Unamuno), debatieron sobre los factores que empujaron a Unamuno a pronunciar aquellas palabras, moderados en todo momento por el director adjunto de El País, Juan Cruz Ruiz.
“Lo terrorífico de aquel momento, no eran las personas que tenía el escritor a sus espaladas (recordar que en el escenario se encontraban junto a Unamuno, la mujer de Franco, Carmen Polo; el obispo del Salamanca, Pla y Deniel; y el general Millán Astray), si no la gente joven de la bancada, la sangre nueva que apoyaba la fuerza”, afirmó Menchón durante la mesa redonda. Afirmación a la que no le faltaba razón. Y es que el escritor tuvo que salir escoltado aquel día de la Universidad, un lugar que no volvería a pisar nunca más. Lo que ocurrió aquel 12 de octubre de 1936 no tuvo ninguna repercusión en la prensa del día siguiente. “Se trató de tapar aquel momento en el que un hombre hizo un acto de valor”, explicó Colette. Acto que al escritor le costó el cese como rector de de la Universidad de Salamanca y el estar bajo arresto domiciliario el poco tiempo de vida que le quedaba.
Y llegó el momento más ansiado por el público. Bajo una tenue luz y con aforo completo Miguel de Unamuno, interpretado por el actor onubense José Luis Gómez, se hizo con la palabra en el auditorio. “Estáis esperando mis palabras, me conocéis bien, y sabéis que soy incapaz de permanecer en silencio. A veces el silencio puede ser interpretado como aquiesciencia…”. 20 minutos de monólogo que comenzaron con el discurso en el paraninfo y terminaron con el último de sus poemas que escribió tres días antes de morir. 20 minutos en los que el público retrocedió en el tiempo 80 años y pudo meterse en la piel del escritor. 20 minutos donde Unamuno volvió a la vida. Sin duda una actuación excelente, detrás la cual se esconde un largo proceso de “inmersión” en la piel de este personaje, afirmó Gómez. A la vez que una “tremenda responsabilidad”, añadió Manuel Menchón, palabras que no se habían vuelto a repetir en el paraninfo.
El filósofo falleció repentinamente el 31 de diciembre de 1936 bajo un clima de soledad y desesperación en su casa de la calla Bordadores. Vivió 72 años, repartidos equitativamente entre el siglo XIX y el XX. Nació “arrullado por una guerra”. Una guerra que fue el triunfo de la libertades de expresión. Murió bajo los aullidos de otra guerra que le arrebataron todo aquello en lo que creía. La fuerza ganó la batalla a la inteligencia; era la hora en la que el intelectual debía abandonar este mundo.
Aquí les dejamos el audio del debate y la dramatización completa de José Luis Gómez del discurso y poemas de Miguel de Unamuno.