Somalia nos suena lejos y poco importante, pero lo cierto es que en este momento en ese remoto y desconocido país hay más de 500.000 niños en riesgo de muerte por desnutrición. El número de niños pequeños (de entre 6 y 59 meses) que se espera que sufran desnutrición aguda grave en Somalia ha aumentado de 386.000 a 513.000, un alarmante aumento del 33%. Son declaraciones de James Elder, portavoz de UNICEF.
Recurso: UNICEF
James Elder ha comunicado que ” niños y niñas ya están muriendo y que algunos centros de estabilización están llenos, y por tanto los niños que están gravemente enfermos tienen que recibir el tratamiento en el suelo.
Los niños y niñas gravemente desnutridos tienen hasta 11 veces más posibilidades de morir a causa de diarrea y sarampión que los que están bien nutridos. Ambas enfermedades se están disparando en la región, que se dirige hacia una hambruna.
Los brotes de enfermedades se han disparado entre enero y julio, con al menos 8.400 casos sospechosos de diarrea acuosa aguda/cólera y alrededor de 13.000 casos sospechosos de sarampión (el 78% entre niños y niñas menores de cinco años).
Para dar un contexto aterrador a estas últimas cifras: 340.000 niños y niñas requirieron tratamiento para la desnutrición aguda grave en la hambruna de 2011. Hoy estamos frente a 513.000 niños en riesgo de muerte.
Es decir, más de medio millón de niños y niñas que se enfrentan a una muerte evitable: es una cifra, una pesadilla latente, que no hemos visto en este siglo.
Necesitamos un cambio radical para evitar que la hambruna se repita, garantizando que los donantes se comprometan a una financiación a largo plazo para ayudar a las familias a crear resiliencia ante los efectos de esta crisis climática. Por ejemplo, el llamamiento a tres años de UNICEF para ayudar a las familias y a sus comunidades a crear resiliencia en la región del Cuerno de África está actualmente financiado solo en un 3%.”
Testimonios que aparecen en el vídeo
00:14 – Abenyo Natiir, madre, enciende una hoguera en Turkana, Kenia:
00:18 – “Tal vez comes un día y luego no tienes nada para los siguientes. Esta es nuestra vida, somos resilientes”.
00:27 – Hawo Rayab, madre, Qulujeed Somalia: “Sigue empeorando, hasta el punto de que tuvimos que dejar todo atrás”.
00:35 – La joven Zufan camina para llenar su bidón de agua en Mymereb, Etiopía: “Voy a buscar un poco de agua. Es una distancia muy larga para llegar al punto de agua”.
00:40 – Gabezech, de 9 años, da un paseo en el campo de desplazados internos Alle en la zona de Konso, Etiopía: “Aprendí a cantar A, B, C, D, X, Y, Y. Pero ahora no voy a la escuela”.
00:51 – Ayan Muhummad, madre de Fahir, un niño gravemente desnutrido en el Hospital de Gode, región somalí de Etiopía: “Aunque la sequía ha afectado a todos, lo hace en distinta medida. Nos fuimos de un lugar llamado Gabbi. Perdimos nuestro ganado”.
01:06 – Ndable Orguba sostiene a su hijo en brazos: “Antes podía darle leche animal a mi hijo, pero ya no puedo. No hay suficiente comida. Los alimentos nutritivos que les dábamos a nuestros hijos ya no están disponibles. Esto hace que pierdan peso que su salud se deteriore”.
01:27 – Ndale Orguba camina con su hija Furmato para que le hagan un examen de desnutrición: “En el futuro, quiero que mi hijo vaya a la escuela y le vaya bien”.