Los ruidos intensos y constantes conllevan daños en el oído. Hoy además hemos conocido que ese deterioro es acumulativo y que vivir en ambientes con niveles de ruido alto contribuye al estrés del sistema auditivo. No obstante, hay todo un conjunto de buenas prácticas que podemos aplicar y que contribuyen a una buena salud auditiva. Mantener el volumen bajo de tele, radio o similar, utilizar cascos o auriculares que aíslen del ruido del entorno, utilizar apps que ayuden a controlar los niveles seguros de ruido, prestar atención a las señales de advertencia de pérdida auditiva, sin olvidar las revisiones periódicas en el especialista.

500 millones de personas sufren pérdida auditiva en todo el mundo, en su mayoría mayores de 50% aunque un 8% es menor de 18. De la importancia de este sentido hemos hablado esta mañana con el jefe de audiología de la empresa Oticon, José Luis Blanco.