La agricultura y la ganadería, el llamado sector primario, es uno de los soportes económicos de Salamanca y de la región. Un sector que tiene que afrontar nuevos retos por la propia evolución de la sociedad, por las nuevas condiciones del clima y por la necesidad de competir. Buenos productos y ecosistemas sobre los que hay que seguir trabajando para mantener la buena calidad que siempre ha distinguido a nuestro campo.
Hoy,en Salamaq 2019, hemos tenido una muestra de todo lo que pueden conseguir las empresas, las instituciones públicas y los investigadores cuando van de la mano y se marcan unos objetivos de desarrollo y de mejora que repercuten de manera directa en la economía y en la mejora de las condiciones de vida de las personas.
Dentro del proyecto de investigación orientado a ofrecer soluciones tecnológicas al sector primario “VIII Centenario”, patrocinado por la Diputación y la Universidad de Salamanca hemos conocido los resultados preliminares de su tercera convocatoria. En torno a 800.000 euros que aportan ambas instituciones y las empresas privadas y que han financiado cinco proyectos que innovan en sectores tan propios de la tierra como son los cereales, el jamón, la miel, las legumbres o el ecosistema de la dehesa.
Javier Iglesias, presidente de la Diputación, así lo presentaba.
El rector de la Universidad de Salamanca agradecía a la Diputación por la iniciativa, que da a la investigación universitaria visibilidad y la pone al servicio de la sociedad. También anticipaba la creación de un “campus agroalimentario” en la USAL.
Los proyectos seleccionados son cinco. El primero de ellos, dirigido por Enrique Monte, del CIALE, consiste en la creación de microorganismos beneficiosos para la agricultura. Se trata de hacer una selección de aquellos que permitan crecer a las plantas.
Otro proyecto tiene que ver con los jamones y paletas ibéricos. Trata de desarrollar un método que permita determinar la influencia que la genética y la tecnología de elaboración tienen sobre la calidad de los productos. Isabel Revilla, investigadora en la Politécnica de Zamora.
Raúl Rivas, del departamento de Microbiología y Genética de la USAL investiga con su equipo en el diseño de un biofertilizante bacteriano con aplicación en la mejora de la producción de cereales.
Todos estos proyectos están trabajando con empresas privadas para la aplicación de estas innovaciones. Con la cooperativa Reina Kilama lo hace el equipo del CIALE , dirigido por el catedrático José Sánchez. En este caso se trata de conseguir una mejor comercialización de productos como miel y polen.
Otra de las líneas de investigación se centra en el uso de prácticas agropecuarias certificadas en agricultura ecológica como método de conservación y gestión del paisaje del ecosistema de la dehesa. Carlos Palacios, investigador de la Facultad de Ciencias Agrarias y Ambientales, es el director de este grupo.
Hasta septiembre del próximo año llegarán estos proyectos. Una iniciativa que muestra hasta qué punto es necesario que la innovación y la investigación se pongan al servicio de la sociedad para solucionar problemas y aportar soluciones. Un camino en el que hay que seguir trabajando con nuevas ideas, con la participación de todas las partes implicadas y con una financiación que lo haga posible. Sobre todo porque el sector lo merece, ya que no es poco lo que tiene que ofrecer. Así lo destacaba Javier Iglesias.
El acto se ha producido dentro de la feria agropecuaria Salamaq 2019, que precisamente llega hoy a su término.Numerosos expositores se han dado cita en ella, entre otros la empresa Neatea, que trabaja sobre todo con leche de burra para productos cosméticos, Alba Natura. Algunos de sus integrantes son egresados de la Universidad de Salamanca.
Os invitamos a conocer en profundidad estos proyectos a lo largo de esta semana en Radio Universidad de Salamanca.