Por Arnaldo Viloria Pacho
Tercera entrega del reportaje centrado en el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, que en el presente artículo y los dos siguientes recopilará al resto de los ganadores, repartidos en bloques de seis autores.
El primer bloque son los premiados entre 1993 y 1998. El primer ganador español fue Claudio Rodríguez (Zamora, 1934 – Madrid, 1999). La originalidad de su poesía, que integra el léxico común del lenguaje oral con la canción infantil y la poesía tradicional, está relacionada con su concepción de la poesía como canto y participación, según sus propias palabras: «Una participación que el poeta establece entre las cosas y su experiencia poética de ellas, a través del lenguaje».
Al año siguiente, el poeta brasileño João Cabral de Melo Neto (Recife, Brasil, 1920 – Rio de Janeiro, Brasil, 1999) se hizo con el prestigioso premio. Se convirtió en una de las figuras más representativas de la cultura y la poesía brasileñas e iberoamericanas de nuestro tiempo. Cabral de Melo es uno de los miembros de la llamada «Generación del 45», cuyo principal órgano de expresión fue la revista carioca Orfeu, desarrollada a mediados de siglo XX (1947-1953).
José Hierro (Madrid, 1922 – Madrid, 2002) obtuvo el premio en 1995. Es considerado como una figura preeminente del realismo poético existencial y social y también se le considera un maestro de las nuevas tendencias estetizantes que comenzaron a desarrollarse en España a mediados de los años 60. Su creación poética se inició con el libro Alegría (1947) y se extiende en otros diez títulos más, entre ellos Quinta del 42 (1952), Cuanto sé de mí (1957), Libro de las alucinaciones (1964), Agenda (1991) o Cuaderno de Nueva York (1998).
El premio del año 1996 recayó en el ovetense Ángel González (Oviedo, 1925 – Madrid, 2008). La personalidad humana y la literaria del poeta quedan reflejadas en la temática de su obra, la poesía, la música y la amistad. Nacido en el seno de una familia de clase media, su infancia estuvo marcada por dos graves hechos históricos en su ciudad: la revolución asturiana de octubre de 1934 y la Guerra Civil española. Su obra poética abarca una docena de títulos que incluyen Sin esperanza, con convencimiento (1961), Tratado de urbanismo (1967), y Prosemas o menos (1985).
Álvaro Mutis (Bogotá, Colombia, 1923 – México D. F., México, 2013), primer y único colombiano en ganar el Premio Reina Sofía. Su poesía es el más completo de los conocimientos, una creación del instante que se erige en resumen del mundo, una búsqueda del origen y también una explicación de la condición humana. En 1953 aparece Los elementos del desastre, un poemario donde encontramos por primera vez a su emblemático personaje Maqroll el Gaviero, uno de los grandes hitos de la literatura hispana del siglo XX, que también reflejará en su prosa a partir de la novela La nieve del Almirante (1978), con la que Mutis alcanzará ya un reconocimiento amplio en forma de importantes premios.
José Ángel Valente (Orense 1929 – Ginebra, Suiza, 2000) ganó el año 1998. Su poesía se organiza desde la memoria, desde la experiencia acumulada. De ahí que nos queden en su obra tantos rastros de su «historia», a modo de reflejos biográficos, tantos fragmentos de su ciudad natal, de la opresión y el desgarro de la posguerra, del recuerdo de los seres queridos desaparecidos. Su amplísima obra poética abarca una veintena de títulos, algunos de ellos en gallego, que se cerraron con el póstumo Fragmentos de un libro futuro (2000).
Claudio Rodríguez, 1993.
João Cabral de Melo Neto, 1994.
José Hierro, 1995.
Ángel González, 1996.
Álvaro Mutis, 1997.
José Ángel Valente, 1998.