La Cumbre de la Educación y la Innovación está organizada por la Comisión Europea y reúne a actores clave en el mundo de la Educación y de la Innovación. Es un foro para compartir prácticas educativas innovadoras y para tender puentes entre las instituciones. La Cumbre ha sido inaugurada por Mariya Gabriel, comisaria Europea de Innovación, Investigación, Cultura, Educación y Juventud. Tras ella intervenía Ricardo Rivero en la mesa redonda “Prioridades para la innovación en Europa: el papel clave de la educación y las instituciones de educación superior”.

La mesa redonda en que ha intervenido el rector de la USAL ha sido moderada por Themis Christophidou, director General, Dirección General de Educación, Juventud, Deporte y Cultura (DG EAC), Comisión Europea, y ha contado con la participación de Mariya Gabriel; Igor Papič, ministro de Educación, Ciencia y Deporte, Eslovenia, exrector de la Universidad de Ljubljana y coordinador de la Universidad Europea EUTOPIA; Emil Boc, alcalde de Cluj-Napoca, miembro del Comité de las Regiones y exprimer ministro de Rumanía; Gerhard Müller, vicepresidente senior de Asuntos Académicos y Estudiantiles, miembro del Consejo de Administración de la Universidad Técnica de Múnich, Universidad Europea EUROTEQ; y Lidija Tepes Golubic, vicedecana de Proyectos de Investigación y Desarrollo y Cooperación Internacional, Universidad de Ciencias Aplicadas de Zagreb.

Ricardo Rivero ha participado en representación de alianza europea de universidades EC2U integrada por las universidades de Coímbra (Portugal), Jena (Alemania), Pavía (Italia), Alexandru Ioan Cuza de Iasi (Rumanía), Turku (Finlandia), Poitiers (Francia) y Salamanca (España).

 

 

El rector de la Universidad de Salamanca (USAL), Ricardo Rivero, se mostró contrario a las microformaciones propuestas en la nueva reforma universitaria del Gobierno, y a “enlatar” los estudios superiores en programas de una duración más corta. Rivero declaró a EFE que los grados superiores “deben garantizar una formación potente”, en alusión a la idea del Gobierno de crear cursos pequeños, de cuatro a 30 créditos, con la intención de que cubran demandas concretas del mercado laboral. Habló también del déficit de ingenieros en Europa, lo que requiere cambios desde la educación secundaria. Sobre la colaboración universidad-empresa declaró que genera muchas oportunidades para los estudiantes y puntualizaba, asimismo, que las Humanidades y las Letras son esenciales a la hora de afrontar la transición digital.