Hoy, miércoles 5 de junio, ha comenzado la prueba de la EBAU en las aulas de la Universidad de Salamanca.  La vicerrectora de Estudios de Grado y Calidad, Bertha María Gutiérrez Rodilla, y el coordinador de las Pruebas de Acceso, Emilio Calle, nos han explicado cómo ha comenzado esta jornada cargada de nervios y emoción.

Según comenzaba la prueba de Lengua y Literatura de España, pudimos hablar con la vicerrectora de Estudios de Grado y Calidad y el coordinador de las pruebas sobre el comienzo de estas, además de alguna pequeña incidencia de última hora de algún estudiante que no ha podido asistir por problemas de salud.

 

Este año, las matriculaciones de alumnos han llegado a 2854, nos comentaba Bertha María Gutiérrez Rodilla:

 

Pudimos conocer algunas de las novedades en cuanto a los contenidos de la prueba, una de las más destacadas, la posibilidad de elegir entre realizar el examen de Historia de España o el de Historia de la Filosofía. La mayoría de los estudiantes se decantó el de Historia de España, nos cuenta Emilio Calle:

 

También quisimos saber  sobre cómo estos cambios han afectado a la dificultad de la prueba. Emilio Calle aseguró que la prueba no es más difícil, sino que los alumnos vienen cada año más preparados.

 

De izquierda a derecha: María del Carmen Sánchez Bellota, procuradora de las Cortes de Castilla y León, Bertha María Gutiérrez Rodilla, vicerrectora de Estudios de Grado y Calidad, y Emilio Calle, coordinador de las Pruebas de Acceso.

Un tema ya común en las conversaciones sobre la EBAU: ¿existe la posibilidad de tener una prueba única para todo el país? La vicerrectora de Estudios de Grado y Calidad, Bertha María Gutiérrez Rodilla aseguró en nombre de la Universidad, que “Lo ideal sería que fuera una EBAU para toda España, igual que hay un MIR para toda España”.

 

Las notas se recibirán el 14 de junio, y mañana mismo comienza la preinscripción para los Estudios de Grado de la Universidad. La preinscripción la deben hacer todos los alumnos que se quieran matricular, incluso aquellos que no hayan aprobado el bachillerato. “Es la única forma de que la Universidad puede conocer que los alumnos quieren venir a estudiar a sus facultades”.