Se acaba de producir la inauguración oficial del curso académico 2020-21 en la Universidad de Salamanca. Con todas las precauciones y protocolos de prevención que la situación requiere, pero con los objetivos claros, los de seguir siendo una de las universidades más importantes del mundo, su apuesta decidida por mejorar la vida y calidad de las personas, para educar, investigar y para seguir siendo seña de identidad de esta tierra y de nuestro país.
El acto comenzaba a las 12 en el Edificio Histórico, con el tradicional cortejo de doctores por el claustro y el sonido de las chirimías. Después comenzaba el acto en el que la USAL estuvo arropada y acompañada por responsables universitarios de la región , representantes de la vida política y miembros de la comunidad universitaria.
El rector daba paso a la primera de las intervenciones, la de Fernando Almaraz, secretario general, quien comentaba la Memoria del Curso 2019-20, con datos de todo tipo, como matriculación, nuevos títulos ó posición de la USAL en los diversos rankings.
El encargado de la lección inaugural de este curso ha sido el catedrático de italiano y decano de la Facultad de Filología, Vicente González Martín. El tema, “Las literaturas italiana y española: Un ensueño intercambiable”.
Rocío Lucas Navas, consejera de Educación de la Junta de Castilla y León, acompañaba al rector en la mesa presidencial, y se dirigía a los asistentes. El apoyo a la investigación, las inversiones en infraestructuras, las ayudas para la Covid-19, la bajada de las tasas universitarias en la Comunidad de Castilla y León, la reclamación de una prueba única de acceso a la universidad para todo el territorio nacional, el papel de Salamanca como punta de lanza del conocimiento y como garante de un saber de siglos, fueron algunos de sus argumentos.
Por último, el rector de la USAL tomaba la palabra. Rivero aludió a las principales funciones de la universidad, docencia, investigación, transferencia, servicio a la sociedad, formación de profesionales.
Tuvo un recuerdo para los que se fueron por esta pandemia y un reconocimiento para todos los miembros de la comunidad universitaria que, a pesar de las terribles circunstancias, han trabajado y lo siguen haciendo para que la universidad no se pare, elaborando planes de contingencia, reforzando la oferta académica, profundizando en las posibilidades de lo digital, avanzando en la investigación e incrementando sus recursos, colaborando con el sistema sanitario, dando visibilidad a nuestra actividad. Un reconocimiento al trabajo bien hecho, de profesores, investigadores, personal de administración y servicios y estudiantes. Habló de nuevos proyectos y del desarrollo de otros como el Campus europeo, el Centro del español, el Portal de transparencia, la adscripción a la USAL de la Escuela de Policía de Ávila en este curso, el nuevo Campus ambiental. Todo en unos momentos adversos que obligan a dar lo mejor de nosotros mismos. Se comprometía a “redoblar esfuerzo, atención y responsabilidad” y concluía con un mensaje de lealtad a la Corona.