Hoy se cumplen 25 años del asesinato del que fuera ministro de Sanidad, intelectual reconocidísimo, economista, hombre de universidad y de la cultura, apasionado de la paz y el diálogo y, sin embargo víctima de la barbarie terrorista que durante tantos años azotó nuestro país. Ernest Lluch sólo tenía 63 años. A él le privaron de la vida, al país de todo lo que nos hubiera podido aportar en pensamiento y en obra. Ernest Lluch también se interesó por la Escuela de Salamanca, de la que celebramos su quinto centenario. Ha sido un privilegio poder hablar hoy de ambos temas con Alfonso Sánchez Hormigo, presidente de la Sección Aragonesa de la Fundación Ernest Lluch.

Con Alfonso hemos conocido el trabajo que se hace desde la Fundación y lo especial que será el día de hoy, de recuerdo y homenaje a Ernest Lluch.

Además de detenernos en la figura de este intelectual plenamente comprometido con su tiempo, hemos comprendido un poco mejor como fue la Escuela de Salamanca, la importancia de su pensamiento económico, que sentó las bases, salvando todas las distancias temporales y de pensamiento de siglos posteriores, de la moderna Economía, además de otros saberes que dibujaron lo que serían los siglos venideros. El derecho, el poder, la intelectualidad y su papel en el mundo, la filosofía…todo se encontraba ya en esbozo, pero bien definido, en la singular y excelsa Escuela de Salamanca.

Tiene muchos motivos la Universidad de Salamanca para la celebración, pero también para la reivindicación de su aportación al nacimiento del mundo moderno y para hacer otro notable esfuerzo por seguir siendo una gran luz de conocimiento que de soluciones a un mundo que tanto lo necesita.

Les invitamos a escuchar la conversación con Alfonso Sánchez Hormigo, quien ejemplifica la importancia de la investigación y de la puesta en valor de lo que intelectualmente podemos seguir aportando, poniendo de relevancia el valor del diálogo, la única forma posible de solucionar dilemas y conflictos.