La Asociación Puente (Plataforma de Unión Entre Territorios), lleva 25 años de lucha por la construcción de un paso fronterizo en Las Arribes del Duero, una de las zonas más deprimidas y despobladas de España, entre las poblaciones de Masueco (España)  y Ventolezo (Portugal). 25 años en los que la población de la localidad salmantina ha menguado hasta la mitad. Hay muchas razones para la despoblación, pero de lo que no tenemos duda es que ese paso fronterizo mejoraría la situación y la economía de este enclave que, por otra parte, es un prodigio natural lleno de belleza, con un microclima que permite cultivos como la viña o el olivo, y con unos paisajes inolvidables.

En esta zona de la comarca de Vitigudino, se extienden 50 Km a lo largo de la frontera con Portugal, en los que no existe paso fronterizo alguno, quedando supeditada la comunicación a través de presas hidroeléctricas españolas o portuguesas, cuyo paso está restringido a vehículos de más de 16 Tm.

Esta infraestructura, que cuenta con el aval técnico correspondiente, lograría establecer una comunicación directa entre el Noroeste de la provincia de Salamanca con el Nordeste Trasmontano de Portugal y la IP-4 Bragança–Oporto a través de la vía rápida portuguesa IC-5, que discurre paralela a la frontera.

 

 

Hoy hemos hablado con el presidente de la Plataforma PUENTE, José Vicente Blanco, que además denunciaba la dejadez de los políticos de la región -que han desviado fondos europeos destinados a zonas desfavorecidas-  a la vez que felicitaba a las administraciones que han hecho posible la aprobación de dos nuevos puentes internacionales en la Cumbre Hispano – Lusa de octubre de 2024: uno entre Sanlúcar de Guadiana (Huelva) y Alcoutim (Región del Algarve) y otro, entre Cedillo (Cáceres) y Montalvao (Nisa), sobre el Río Sever.

Ahora la reivindicación llega a la Comisión Europea, una reivindicación que la asociación entiende es un proyecto de desarrollo para estas comarcas, despobladas y muchas veces olvidadas.