Aunque es el río Yeltes el que discurre por esta comarca del Campo Charro, en la provincia de Salamanca, el asunto de la minera Berkeley parece un Guadiana en cuanto a los acontecimientos a ella vinculados. Más de 15 años han pasado desde el anuncio de la instalación de la empresa para abrir una mina de uranio, de denuncias de los vecinos, de permisos, de contra-permisos, de batalla en los tribunales y a día de hoy esta historia sigue siendo interminable. Hoy hemos conocido lo último con el secretario y portavoz de la Plataforma Stop Uranio, José Ramón Barrueco Sánchez.
José Ramón Barrueco nos ha informado de que los habitantes de la comarca están muy pendientes del veredicto que se pueda emitir en un arbitraje internacional al que ha recurrido Berkeley para que la indemnice por un montante de mil millones de dólares por “lucro cesante”, ya que no ha podido realizar ningún movimiento en los últimos cinco años. Dicen los vecinos que es difícil saber si realmente la empresa hubiera obtenido ese montante si finalmente hubiera abierto las instalaciones de Retortillo, ya que siempre se ha remarcado la baja proporción de mineral de uranio y las dificultades para su extracción en la zona.
También nos ha recordado que los tribunales españoles han dictado sentencias desfavorables para Berkeley que le impiden abrir la mina y planta de beneficio de Retortillo. El único procedimiento que queda pendiente es el relativo a la denegación de la autorización de construcción de la planta de concentrados de uranio, todavía en tramitación en la Audiencia Nacional. Todos los demás han sido resueltos de manera negativa para Berkeley y las sentencias dictadas han adquirido firmeza por no estar recurridas o haber finalizado el procedimiento correspondiente.

Hace pocos días hubo concentración ciudadana convocada por la Plataforma Stop Uranio delante de la minera en la carretera que une Retortillo y Villavieja de Yeltes y hoy el portavoz nos ha hablado un poco de toda esta historia que se niega a concluir.


