Una bella reflexión, el buen arte siempre lo es, sobre el ser humano y su vida, sobre la exclusión, sobre aquellos que son “escupidos” por las ciudades, sobre los niños a los que se roba su infancia, sobre una juventud sin metas y en peligro. Todo eso, a simple golpe de vista, es lo que sugiere la nueva exposición del Espacio de Arte Experimental de la USAL. Si se mira con más rigor y tiempo será mucho más lo que pueda apreciar el espectador de “Atravesando el Suelo”, de Nenyure Llames Cuesta.
La artista saca a la luz la verdad de la marginación, con dos referencias concretas, el fenómeno quinqui en España y los niños de la estación del Zoo de Berlín, pero realmente en cada ciudad están ocultas numerosas historias de exclusión, un fenómeno siempre de actualidad, quizás hoy más que nunca. Por lo tanto, un aldabonazo en las conciencias, un ejercicio de arte, que recoge también objetos de desecho, y que nos propone una recuperación de la memoria a la vez que quiere ser un espacio de escucha realizado por la artista para que todos nos podamos sumar.
Para contemplar con mucha atención “Atravesando el suelo”, última exposición correspondiente al curso 24-25 del Espacio de Arte Experimental. Esta es una acción que selecciona cada curso cinco proyectos para traerles a este espacio de la USAL en el que muchos de los jóvenes artistas muestran por primera vez su obra al público.

Javier Panera director del Servicio de Actividades Culturales hablaba de esta línea de trabajo y de los objetivos, que tienen como eje principal la responsabilidad de la USAL con los jóvenes creadores.


El vicedecano de Infraestructuras y Extensión Cultural, Diego del Pozo, comentaba a continuación el compromiso de la Facultad de Bellas Artes con el presente contemporáneo, con las contraculturas urbanas, en las que se encuadra sin duda esta exposición.

Por último, la autora, Nenyure Llames Cuesta, hablaba de sus referencias, de su proceso creativo, de las líneas que guían esta exposición (cómo la ciudad expulsa a determinados ciudadanos, cómo muchas infancias y juventudes quedan rotas) y su pretensión de haber generado un espacio de escucha para esas realidades olvidadas, al que todos nos podamos sumar.

La exposición estará abierta hasta el 5 de octubre. Martes a Sábados de 11 a 14 y de 17.30 a 20.20 y Domingos y festivos de 11 a 14.


