Hay urgencia y conflicto y necesidad de respuestas en estos tiempos oscuros. Y repensar los clásicos y traerlos hasta la actualidad puede ser parte de la solución al conflicto. Es una de las líneas que sigue esta versión del clásico, de hace 2.500 años, que hace Teatro Urgente y con el cual se inicia otro clásico “Las Noches del Fonseca”.

Esta noche comienzan Las Noches del Fonseca con este espectáculo tan clásico y tan contemporáneo. Con la dirección de Ernesto Caballero y la dramaturgia de Karina Garantivá, que hoy nos presentaban la obra con el director del Servicio de Actividades Culturales, Javier Panera. El director del SAS comunicaba que la obra es un alegato a la reflexión que obliga al espectador (que tiene un importante papel en esta representación) a salir de su zona de confort y que es un “poderoso dispositivo de reflexión en torno al presente”.

 

No ha sido al azar el comenzar con esta obra. Se aúnan en la misma la filosofía y el arte. Ernesto Caballero plasmaba su gratitud en sus palabras, comentando que son clásicos precisamente porque son contemporáneos. Es una reformulación del mito de Esquilo, una reflexión sobre la naturaleza de la justicia, quizás un pacto por encima de la venganza.

Comentaba que la obra está constantemente en presente, y que convertirá al ágora (¡qué idóneo el patio del Arzobispo Fonseca!) en un recinto “donde el espectador esté integrado en este juicio artístico poético público” de la representación de Teatro Urgente.

 

 

La dramaturga Karina Garantivá hablaba de la importancia que tiene para ella Salamanca, plaza donde ya ha representado. La obra es un relato de guerra, desde lo más universal hasta el ámbito de lo más cotidiano.  Es una pregunta sobre el derecho a la venganza, que se puede perpetuar hasta el infinito, porque cada uno tiene su razón.

Los dioses también intervienen, unos dioses que vienen a ser una prolongación de las ideas del momento. Una lectura para debatir y también para disfrutar en este caso, con todos los recursos con los que la compañía crea arte y nos incluye a todos en ese juego, en ese disfrute que siempre supone una buena interpretación de los clásicos.

 

Teatro Urgente nace como un laboratorio y un think thank teatral en el Teatro Galileo de Madrid, con la idea de explorar la relación entre teatro y filosofía. De esa primera época surgieron piezas como Voltaire, de Juan Mayorga y Hannah Arendt en tiempos de oscuridad de Karina Garantivá. Ahora, con Orestíada, emprende un camino con producciones con vocación de gira, convocantes para el público sostenidas por el trabajo actoral, la literatura dramática y el riesgo escénico.