La sostenibilidad ambiental es uno de nuestros grandes retos. Porque la actitud histórica con nuestro entorno ha sido descuidada y depredadora. A pesar de la obviedad del deterioro ambiental, se nos olvida con demasiada facilidad que solo tenemos un planeta. Gran reto de futuro y tarea diaria de presente debería ser el compromiso individual y colectivo con nuestro hábitat. Y esto es lo que nos quiere recordar la Cápsula de la Esperanza Climática puesta hoy en el Claustro de las Escuelas Mayores de la Universidad de Salamanca. Allí estará hasta 2051 y contiene en su interior un mensaje de esperanza para los habitantes del futuro, diferentes propuestas de reconocidos grupos de investigación de la USAL para lograr la tan necesaria transformación en una sociedad más sostenible ambientalmente y un dispositivo electrónico con vídeos de la comunidad universitaria en apoyo a la iniciativa.

El  propósito es enviar un mensaje ecológico y simbólico a los habitantes de ese futuro cercano. El acto ha estado presidido por el rector, Ricardo Rivero.

 

Intervenían las vicerrectoras de Investigación y Transferencia, Susana Pérez Santos y de Estudiantes y Sostenibilidad, Celia Aramburu, quienes explicaban el sentido de este acto, y en qué contexto se encuadra, en el marco del programa de actividades diseñado para la 6ª edición de la ‘Primavera Científica’ de la Universidad de Salamanca en 2021.

 

 

El acto también  contó con la asistencia de Pedro Jordano Barbudo, presidente del área de Ciencias y Tecnologías Medioambientales de la Agencia Estatal de Investigación.

 

En el acto participaron, además, José Abel Flores, del Departamento de Geología y miembro del Grupo de Investigación de Geociencias Oceánicas; Camilo Ruiz Méndez, del Departamento de Didáctica de las Matemáticas y de las Ciencias Experimentales y miembro del Grupo de Investigación Educación Matemáticas, Ciencias y Cambio Climático; María del Mar Marcos, técnica de Medio Ambiente y coordinadora del área de Educación, Participación y Comunicación Ambiental de la Oficina Verde; e Ibán Revilla, técnico de Cultura Científica de la Unidad de Cultura Científica y de la Innovación.