Es un día con muchas connotaciones en nuestra historia reciente. El de la muerte de José Antonio y el de la muerte de Franco (aunque se dice que este día forzado por razones de simbolismo y hacerlo coincidir con el fundador de Falange). El caso es que la figura de Franco y los 40 años de mandato, así como la guerra que le precedió, son capítulos no cerrados y sobre todo son momentos sobre los que hay que seguir conociendo y estudiando con fundamento.
La Memoria Histórica es una de las líneas de actuación que sigue la Clínica Jurídica de Acción Social de la USAL. Participan profesores y alumnos, tiene su sede física en la Facultad de Derecho y a lo largo de varios cursos viene realizando actividades que a la par que proporcionan conocimiento e información, buscan influir de una manera práctica en la creación de una sociedad más ajustada a derecho, más culta y con más instrumentos a su alcance. Los alumnos encuentran una buena forma de poner en práctica sus conocimientos de la carrera cursada y a la vez es una proyección a la sociedad del trabajo universitario. Una experiencia magnífica de la que esta mañana hemos vuelto a tener testimonio. Con Eugenia Torijano, Elena Martínez Barahona, Hector Centeno y Manuel Cabezas. En un tema siempre controvertido y de plena actualidad, tras la exhumación de los restos del dictador y el conocimiento de su testamento en estos días.