La Universidad de Salamanca ha celebrado un curso más el día de Santo Tomás de Aquino. Con una ceremonia en la que se han entregado los premios de las Fundaciones de la USAL, de la Fundación Diz Pintado, Cátedra PIIERVA, se han nombrado nuevos doctores y doctoras de la USAL y Daniel Hernández Ruipérez, rector de la USAL entre los años 2009-2017, recibía la Medalla de la Universidad.
Atendía Daniel Hernández a los medios de comunicación antes del acto. Mostraba su satisfacción por este reconocimiento a sus 8 años como rector de la USAL.
La jornada comenzaba pronto. A las 10.15 comparecía en rueda de prensa Raul Rabadán, investigador premiado este año con el premio de la Fundación Diz Pintado a la investigación en cáncer. Es el galardón más importante en nuestro país en la investigación oncológica.
Era presentado por la vicerrectora de Investigación, Susana Santos, que premia a jóvenes investigadores españoles en oncología, ya desarrollen su labor dentro o fuera de España.
El secretario de este premio y presidente de la Fundación, Nicolás Rodríguez, aportaba información en torno al premio y al premiado. Reconocía la gran importancia que tiene el mecenazgo para la investigación.
Raúl Rabadán es físico de formación, aunque está realizando una gran aportación a la investigación en cáncer. Eugenio Santos, director del Centro de Investigación del Cáncer de Salamanca, le presentaba, destacando su trabajo con expertos de otras disciplinas, la multidisciplinareidad, que están haciendo avanzar mucho la investigación en este tema.
Raúl Rabadán en la actualidad está en la Universidad de Columbia en Nueva York. Previamente estuvo en el CERN, en Ginebra, después en Princeton. Nos contaba sobre su actividad ahora y agradecía este reconocimiento.
Tras la rueda de prensa, la ceremonia en el Paraninfo, presidida por el rector, Ricardo Rivero. El físico, pero sobre todo divulgador científico, Santiago Velasco Maíllo impartía la conferencia “Apuntes sobre divulgación científica”, que resaltaba la importancia que tiene la divulgación y transmisión a la sociedad del saber científico y que concluía con la frase “Saber no puede ser un lujo”.
La investidura de nuevos doctores y doctoras y la entrega de premios y galardones marcaban el final de la ceremonia.
