El adjetivo sublime parece propio de Japón, como el de exquisito, detallista ó cuidadoso. Tanto en sus manifestaciones artísticas, como en lo más cotidiano.
Hasta en esas vitrinas donde se muestran alimentos de plástico u otros materiales, que sobre todo son de ayuda a los comensales para saber qué pueden pedir, aparece esa delicadeza japonesa que se entronca con el más alto nivel de organización.
El Centro Cultural Hispano Japonés de la Universidad de Salamanca, la primera institución española que ha recibido el premio de la Japan Foundation, ha abierto hoy una exposición realmente curiosa y atractiva que muestra hasta qué punto lo cotidiano y lo artístico se hermanan en esa cultura. Se trata de “Técnicas sublimes del arte japonés”, que ha sido inaugurada por el rector, Ricardo Rivero.
Es una exposición itinerante de la Japan Foundation, hoy representada por su subdirector en Madrid, Kei Matsishima. El objetivo principal de la exposición es mostrar la maestría de las técnicas con que se han hecho las obras.
El director del CCHJ, José Abel Flores, presentaba esta exposición, insistiendo en la idea de que arte y artesanía se unen en la creación japonesa.
2018 es un año importante. Se conmemoran acontecimientos como el 150 aniversario de las relaciones España-Japón, los 30 años de la Asociación de amigos de la USAL en Japón, los 800 de la Universidad de Salamanca y será recordado además porque es el año en que por primera vez una institución española ha sido reconocida por la Japan Foundation, por su gran labor en el fomento de la cultura japonesa, en el intercambio de experiencias entre ambos países y en definitiva en la cercanía de ambas culturas.


