Por Sergio G. Valdés/ Miguel Forascepi
La Nochevieja Universitaria, que cada año toma las calles y los bares de Salamanca, reunió en la edición de anoche a más de 45.000 personas, eminentemente jóvenes universitarios, en las calles de la ciudad charra para celebrar por anticipado el cambio de año, una tradición puesta en marcha hace algunos años en nuestra ciudad y que se ha prolongado en los últimos tiempos de forma masiva.
Como es habitual en los años venideros, a lo largo de la tarde llegaron progresivamente los autobuses y trenes que, a través de la empresa organizadora de la Nochevieja Universitaria, acercaron hasta la ciudad a los jóvenes procedentes de distintos puntos del país, como Andalucía, Madrid, Galicia y la Comunidad Valenciana, así como de zonas de Portugal e incluso países extranjeros. Entre los ‘maestros de ceremonias’ de esta undécima edición, que como siempre derivó en una macrofiesta a lo largo de distintos puntos de la capital universitaria, estuvieron los colaboradores del programa de Los 40 Principales ‘Yu: no te pierdas nada’, acompañados en los prolegómenos de las trece campanadas que este año se dieron por artistas y djs como Juanjo Martín, Paulhard y Lara Taylor.
Tras las tradicionales campanadas, los jóvenes continuaron celebrando el ficticio nuevo año en todos los locales de la ciudad colaboradores de este evento. Junto a la cantidad de basura que se almacenó en varios puntos del centro de Salamanca y que después fue recogida por los servicios municipales, este año la Policía Local recibió, según datos facilitados por el Ayuntamiento de la ciudad, más de cien llamadas a su centralita, que se traducen en intervenciones por excesivo ruido en varios domicilios de las calles San Pablo, avenida de Villamayor y Canalejas, además de las intoxicaciones etílicas por una ingesta desmedida de alcohol y las denuncias a dos vendedores ambulantes de comida. Según datos de Cruz Roja, 44 personas fueron atendidas por una cantidad excesiva de alcohol presente en su organismo, de las cuales 12 fueron trasladadas al Hospital de Salamanca para ser atendidas.
Desde dentro:
Un miembro del equipo de Radio USAL se adentró en la plaza para comprobar cómo se desarrolló el espectáculo. La organización del evento planeó un círculo de seguridad de una manzana alrededor de la plaza, numerosas vallas y personas de la organización controlaban todos los accesos a la concurrida plaza. Una vez dentro, se respiraba un ambiente de fiesta por todos los costados. Un gran escenario, buena disposición por los asistentes, todo era perfecto para que fuera una noche mágica. Lo que no fue tan mágico fue lo que se vio dentro de la plaza, y que no debería haberse visto. Uno de los puntos más importantes de esta famosa fecha en Salamanca es la seguridad, que en esta ocasión no fue del todo efectivo. Dentro de la plaza se vieron mochilas grandes (que según la organización se iban a requisar antes de llegar a la plaza), objetos de cristal (vasos y botellas), y muchos roces entre los asistentes. Fue una noche imborrable para muchos, pero sin duda, una vez más (y ya va siendo una costumbre), se vieron carencias en la organización del evento.