Destacaba esta mañana el rector de la USAL que la curiosidad por saber, el deseo de ver cosas nuevas está en la base de las enseñanzas universitarias y que ese afán llevó a salmantinos universitarios a México y a la inversa. Enrique Graue, rector de la UNAM, hablaba de “un pueblo único, un alma compartida”. Sucedía en el acto de clausura de la Semana de la UNAM en la Universidad de Salamanca.

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Estrechar relaciones para promover una mejor enseñanza pública, para formar mejores profesionales, para ser más grandes, para participar de nuestra civilización con tantos puntos de unión, para cumplir mejor con lo que se espera de las universidades en su transformación de la realidad, para brindar más oportunidades, para ser más iguales…son muchos los aspectos que se conjugan en esa relación privilegiada de la USAL con la UNAM, trazada desde hace 500 años.

Dos universidades hermanas que han exteriorizado esa hermandad mostrándola a toda la comunidad salmantina en esta semana que va concluyendo. Hoy ha sido el acto de clausura en el Paraninfo. Antes de empezar el acto los dos rectores atendían a la prensa.

Ya en el Paraninfo, Izaskun Álvarez, profesora, vicerrectora, y Jorge Volpi, escritor, coordinador de difusión cultural de la UNAM, eran los encargados de concretar en bellísimas palabras lo que es la USAL para la UNAM y la UNAM para la USAL, reflejado muy bien en sus propias experiencias personales.

Emocionados, alegres, orgullosos de la historia común, esperanzados para el futuro, agradecidos… así se mostraron ambos rectores en sus alocuciones en el acto de clausura, que concluía con el descubrimiento de una placa de homenaje, y por supuesto, con el himno universitario.

Las referencias a los puentes culturales establecidos en todo este tiempo fueron muchas, las aspiraciones de futuro también. Tras estos días de reflexión y de puesta en común, a seguir caminando y profundizando en todo lo que nos une que sigue siendo historia viva y palpitante.